gabo escribió:Ayer me quede sin batería por eso falte, pero como le conté a Óscar x mp, pasado el medio día pude hacerla arrancar y me fui con la jefa a Carlitos Keen, la pasamos bien aunque el asado de Bavio seguro era mejor.
Saludos
Ah, ah, ah, ahhhhhh.....
Acá hay una trampita que nadie supo ver....
El que se quedó sin batería fue Gabo y no su moto
Seguramente la noche anterior estuvo de joda, y se quedó sin pilas para arrancar al otro día. Sino no se entiende como una simple descarga de batería lo pudo dejar afuera de la salida
¿O será que me cargan a mi con que mi esposa no me dejaba viajar, pero no se animan a decírselo a Gabo?....
Si hubiese sido por problemas de batería yo no hubiese viajado, cheeeee....
Para los que no saben la historia, el domingo me levanté tranqui, y un par de minutos antes de salir, arranqué a la Vulcanita para que se vaya calentando. Hasta ahí ningún problema.
Me enfundé con mucho abrigo y salí rumbo al punto de encuentro.
A un poco más de 20 cuadras de casa, la Vulcanita se paró y ya no arrancó más. Nafta tenía (poca, pero tenía), electricidad también tenía. Pero se negaba a arrancar, hasta que de tanto probar la dejé sin batería. La empujé para todos lados, pero el motor seguía muerto.
A esto ya había pasado como media hora y se me iba el horario para encontrarme con el resto de la gente. Así que llamé a la grúa y me dijeron que tardarían 2 horas. Descarté la ayuda y decidí volverme caminando a casa y emprender el viaje con la 250cc. El asunto es que la Vulcanita de movida ya es pesada, y las alforjas no la hacían más liviana. Tardé casi 45 minutos en llegar a casa, en los cuales fui probando cada tanto si el motor arrancaba. Llegué cansado, y chivado como si hubiese corrido una maratón, y con tanta bronca que se me fueron las ganas de hacer el viaje con la chinita. Además le tenía que tensar la cadena, emparchar una rueda y el promedio de velocidad y la comodidad de viaje es muy diferente a la Kawa. Así que nada.....Puse a cargar la batería a bajo voltaje, me saqué la pilcha chivada, puse a calentar agua para tomar mate y me tiré a ver la carrera de F1, mientras la cabeza me seguía dando vueltas pensando el por que la Vulcanita se había muerto.
Había pasado más o menos media hora, cuando me tiré el lance de darle arranque. El motor arrancó casi sin haber dado media vuelta. No entendía nada. La dejé regulando más o menos 5 minutos y el motor funcionaba sin problemas. Así que no lo pensé dos veces. Me vestí de nuevo y salí a ver como se portaba andando, y llegado el caso emprender el viaje a Bavio. Me fui a una estación de servicio a dos cuadras de casa, y cargué nafta pero solo hasta la mitad. No quería que llegado el caso que tuviese que empujarla de nuevo, la moto estuviese más pesada que antes. El motor volvió a arrancar sin mosquearse, así que agarré Corrientes derecho. La moto iba sin problemas, así que me metí en la estación de servicio del Abasto para completar el tanque. Le mandé mensaje a Enrique para avisarle que la moto había arrancado y que me mandaba a Bavio, pero que me pasara la data de donde ibamos a parar, ya que no tenía la menor idea. En la ruta la Vulcanita se portó de 10. A un promedio de 110 km/h hice todo el trayecto de la Buenos Aires/La Plata y también el tramo de la ruta 2 hasta El Pato y de allí en adelante por la ruta 36. Decidí parar en la estación de servicio donde la última vez nos habíamos encontrado con Oscar, con la idea de ver si Enrique me había contestado y también reponer combustible. Y grande fue la sorpresa, cuando paro junto al surtidor y veo a un grupo de Vulcan paraditas una al lado de otra. Miro para adentro del bar del lugar, y allí estaba toda la banda Vulcanera. Me puso de muy buen humor encontrarlos, ya que no me gustaba mucho la idea de hacer el resto del viaje solo, y sin saber bien a donde iba a parar. Así que tras un rato de charlas y bancarme el purgue de algunos porque decían que en casa no me habían dejado salir, emprendimos la marcha en caravana.
El pobre Ezequiel fue el que más sufrió el viaje, ya que con un casco abierto y sin parabrisas, la marcha se le hizo bastante complicada.
La ruta estaba muy buena, y el clima acompañó muy bien con un solcito que si bien no llegaba a calentar, hizo que el frío no se sintiera mucho.
Llegamos a nuestro destino y sin pensarlo dos veces nos metimos adentro. El lugar estaba abarrotado de gente, pero gracias a que teníamos reserva, ya una mesa estaba esperándonos con matambre, pollo en escabeche y vitel tone. Le entramos como si hiciera años que no comíamos algo. Y al ratito ya llegó el asado y el lechón con papas fritas y ensalada. Y cuando ya los cinturones se empezaron a aflojar y estábamos más para el té digestivo, nos clavamos unos ravioles. Después le entramos al postre y el provechito lo hicimos afuera, para no alterar al resto de los parroquianos. Nos sacamos las fotos de rigor, y como ya eran las 16 hrs y el clima había cambiado radicalmente, emprendimos la vuelta.
El viaje se hizo sin problemas, y previa parada a tomar un cafecito, hicimos el resto del viaje sin problema llegando a Cap Fed ya de noche.
Como siempre, es un placer compartir estas salidas, ya que se hacen en medio de un muy buen humor. Hay una linda camaradería y siempre se hacen cortos dejando ganas de seguir de joda
Bueno.....no more. Me quedo esperando a la próxima
Saludos para todos
Ricky
PD: Un gustazo enorme el haber conocido al Vasco, Luis, Marga y Ezequiel. Locos a la medida del resto. Dios los cría
PD1: ¡¡¡¡¿¿¿¿ POR QUE NO ME HABRÉ COMPRADO UNA HONDAAAAAA !!!!!
PD2: Gabo....para la próxima te vamos a buscar a tu casa y te traemos de pasajero....