¿Cómo ser un buen pasajero en moto? Cinco consejos que te harán la experiencia mucho más disfrutable
Muchas veces hablamos hacia un público que nos lee desde detrás de un manillar, pero hay muchos moteros que ven la vida desde el asiento del acompañante o una infinidad que les encantaría poder vivir esa experiencia.
Para todos ellos vamos a intentar establecer un decálogo que le haga la experiencia más sencilla, reconfortante y, sobre todo segura, especialmente si el conductor a los mandos se ha leído nuestro recopilatorio de consejos para conducir con acompañante.
Preguntar sin miedo para informarse al máximo
Lo primero a la hora de subirse como pasajero (antes incluso que montarse) es entender todo lo que nos podemos encontrar y concienciarnos para evitar esos temidos momentos de pánico. Dónde agarrarse, cómo subirse, cuándo subirse o bajarse. Es importante asimilar toda la información posible porque una vez en marcha la comunicación será limitada (salvo que haya intercomunicadores de por medio).
Acompañar los movimientos del piloto
Ya metiéndonos en materia, una de las claves absolutamente fundamentales es que el pasajero debe siempre acompañar a los movimientos del piloto, llevándole la contraria al instinto que tiende a decir lo opuesto y obligar a los más noveles a intentar conservar la verticalidad.
El instinto de alguien que monta por primera vez o que no está muy versado en esto de las motos es conservar su posición estática, como si estuviera de pie. Esto a la hora de tomar una curva en moto se traduce en que mientras la moto y el conductor se inclinan hacia el ápice, el pasajero inclina su cuerpo al exterior para guardar su posición vertical.
Esa maniobra es absolutamente contraproducente con el comportamiento que necesitamos, ya que el conductor tendrá que hacer una fuerza mayor sobre la moto, forzando aún más los neumáticos y las suspensiones al buscar un grado superior de inclinación.
Adicionalmente, el centro de gravedad estará cambiando de forma inesperada, y cada variación de este punto implica un cambio en lo que la moto hace sobre el asfalto, por lo que obliga al conductor a tener que improvisar.
¿Cómo debemos subirnos a una moto como pasajero?
Vale, aquí nos consta que hay opiniones para todos los gustos, pero nos ceñiremos a lo que dice la teoría. Para un novel en las motos, subirse a un asiento de pasajero tiene una forma aparentemente sencilla: pongo un pie sobre el estribo del lateral por el que me acerco y me aúpo sobre el asiento apoyándome en el piloto.
Esta maniobra puede hacerse, pero bajo unas condiciones muy concretas: que el conductor llegue perfectamente al suelo a poder ser con los dos pies, que la moto tenga las estriberas del pasajero relativamente bajas y sobre todo que el conductor sepa exactamente lo que el pasajero va a hacer. De lo contrario: ¡Mal!
Subirse en plan "es como si me subo a un caballo" puede desequilibrar muy fácilmente al conductor, porque trasladamos a sus piernas todo el peso del pasajero de manera súbita y si el piloto no llega bien al suelo o llega sólo con un pie la caída de los dos está prácticamente asegurada.
La forma óptima requiere un poco de flexibilidad y esfuerzo por parte del pasajero, alzando la pierna que irá por el lado opuesto sobre el asiento y siendo aquella o, mejor incluso, el culo lo primero que se suba a la moto, apoyando la mayor parte del peso sobre la parte más centrada de la moto.
No apoyarse sobre el conductor
En marcha lo ideal es que el pasajero no se apoye sobre el conductor. El pasajero debería gestionar su peso como lo hace el conductor, apoyándose sobre las estriberas y llevando las manos sobre un punto fijo de la moto, ya sean asas, el colín o el depósito de combustible.
Sí, somos conscientes de que muchas veces es complicado mantener la postura y no echarse sobre el piloto, o chocar los cascos en los cambios de marcha. No pasa nada, es normal. Lo que sí podemos aconsejar es algo que también puede aplicarse a los conductores.
Para rebajar el nivel de trabajo que hacen los brazos y que acaban de cansarse más pronto que tarde, sí se puede achuchar al conductor con las rodillas. Haciendo esto tendremos un beneficio doble: cansarse menos y crear una unidad piloto-copiloto mucho mejor.
Relájate y trata de disfrutar
Después de haberte contado todo esto sabemos que la prueba de fuego para un pasajero viene la primera vez que se sube en una moto. Sabemos que puede ser difícil e incluso un poco aterrador, pero con el paso de los kilómetros y entendiendo cómo funciona el proceso se acaba por hacer todo de manera automática.
Mientras este momento llega lo mejor es respirar y enfrentarse a este momento tan excitante con mentalidad positiva, procurando disfrutar y destensando los músculos. Cuanto antes lo hagas, antes te darás cuenta de lo bien que te lo puedes pasar.
Muchas veces hablamos hacia un público que nos lee desde detrás de un manillar, pero hay muchos moteros que ven la vida desde el asiento del acompañante o una infinidad que les encantaría poder vivir esa experiencia.
Para todos ellos vamos a intentar establecer un decálogo que le haga la experiencia más sencilla, reconfortante y, sobre todo segura, especialmente si el conductor a los mandos se ha leído nuestro recopilatorio de consejos para conducir con acompañante.
Preguntar sin miedo para informarse al máximo
Lo primero a la hora de subirse como pasajero (antes incluso que montarse) es entender todo lo que nos podemos encontrar y concienciarnos para evitar esos temidos momentos de pánico. Dónde agarrarse, cómo subirse, cuándo subirse o bajarse. Es importante asimilar toda la información posible porque una vez en marcha la comunicación será limitada (salvo que haya intercomunicadores de por medio).
Acompañar los movimientos del piloto
Ya metiéndonos en materia, una de las claves absolutamente fundamentales es que el pasajero debe siempre acompañar a los movimientos del piloto, llevándole la contraria al instinto que tiende a decir lo opuesto y obligar a los más noveles a intentar conservar la verticalidad.
El instinto de alguien que monta por primera vez o que no está muy versado en esto de las motos es conservar su posición estática, como si estuviera de pie. Esto a la hora de tomar una curva en moto se traduce en que mientras la moto y el conductor se inclinan hacia el ápice, el pasajero inclina su cuerpo al exterior para guardar su posición vertical.
Esa maniobra es absolutamente contraproducente con el comportamiento que necesitamos, ya que el conductor tendrá que hacer una fuerza mayor sobre la moto, forzando aún más los neumáticos y las suspensiones al buscar un grado superior de inclinación.
Adicionalmente, el centro de gravedad estará cambiando de forma inesperada, y cada variación de este punto implica un cambio en lo que la moto hace sobre el asfalto, por lo que obliga al conductor a tener que improvisar.
¿Cómo debemos subirnos a una moto como pasajero?
Vale, aquí nos consta que hay opiniones para todos los gustos, pero nos ceñiremos a lo que dice la teoría. Para un novel en las motos, subirse a un asiento de pasajero tiene una forma aparentemente sencilla: pongo un pie sobre el estribo del lateral por el que me acerco y me aúpo sobre el asiento apoyándome en el piloto.
Esta maniobra puede hacerse, pero bajo unas condiciones muy concretas: que el conductor llegue perfectamente al suelo a poder ser con los dos pies, que la moto tenga las estriberas del pasajero relativamente bajas y sobre todo que el conductor sepa exactamente lo que el pasajero va a hacer. De lo contrario: ¡Mal!
Subirse en plan "es como si me subo a un caballo" puede desequilibrar muy fácilmente al conductor, porque trasladamos a sus piernas todo el peso del pasajero de manera súbita y si el piloto no llega bien al suelo o llega sólo con un pie la caída de los dos está prácticamente asegurada.
La forma óptima requiere un poco de flexibilidad y esfuerzo por parte del pasajero, alzando la pierna que irá por el lado opuesto sobre el asiento y siendo aquella o, mejor incluso, el culo lo primero que se suba a la moto, apoyando la mayor parte del peso sobre la parte más centrada de la moto.
No apoyarse sobre el conductor
En marcha lo ideal es que el pasajero no se apoye sobre el conductor. El pasajero debería gestionar su peso como lo hace el conductor, apoyándose sobre las estriberas y llevando las manos sobre un punto fijo de la moto, ya sean asas, el colín o el depósito de combustible.
Sí, somos conscientes de que muchas veces es complicado mantener la postura y no echarse sobre el piloto, o chocar los cascos en los cambios de marcha. No pasa nada, es normal. Lo que sí podemos aconsejar es algo que también puede aplicarse a los conductores.
Para rebajar el nivel de trabajo que hacen los brazos y que acaban de cansarse más pronto que tarde, sí se puede achuchar al conductor con las rodillas. Haciendo esto tendremos un beneficio doble: cansarse menos y crear una unidad piloto-copiloto mucho mejor.
Relájate y trata de disfrutar
Después de haberte contado todo esto sabemos que la prueba de fuego para un pasajero viene la primera vez que se sube en una moto. Sabemos que puede ser difícil e incluso un poco aterrador, pero con el paso de los kilómetros y entendiendo cómo funciona el proceso se acaba por hacer todo de manera automática.
Mientras este momento llega lo mejor es respirar y enfrentarse a este momento tan excitante con mentalidad positiva, procurando disfrutar y destensando los músculos. Cuanto antes lo hagas, antes te darás cuenta de lo bien que te lo puedes pasar.